Elaborado con aceites esenciales de Violeta, Lavanda, con un toque de Sándalo y Romero. Con elixir de amatista.

Amatista: es el cristal transmutador por excelencia. No sólo disipa las malas energías, sino que las convierte en buenas y favorables para nuestro entorno. Tiene la capacidad de convertir lo malo en bueno.

Recomendada para personas que estén experimentando un cambio en su vida, o para aquellas que quieran comenzarlo.

Su lugar predilecto en nuestro cuerpo es la zona del entrecejo, por lo que proporciona un ambiente cálido para meditar, y potencia los estados elevados de conciencia.

Infaltable para los dolores de cabeza y cuello, y para alejar las adicciones de todo tipo.

MODO DE USO: Es un elixir ideal para rociar en ambientes cargados de malas energías.

Utilizado en consultorios, proporciona bienestar tanto al terapeuta como al paciente, para que éste se sienta renovado y con nuevas energías al salir de la consulta.

Utilizar en dormitorios de personas que tengan alguna adicción, acompañado de una drusa de amatista en el lugar.

Ideal también para esos días que nos levantamos desganados y cansados.